En 1826 partieron desde Gran Bretaña dos embarcaciones, el HMS Adventure y HMS Beagle, con el objetivo de realizar un relevamiento hidrográfico. Comenzaron por Río de Janeiro, luego el Río de la Plata y por último por el Estrecho de Magallanes.

 

Prosiguieron a navegar el archipiélago que se encontraba al sur de este último punto.  Ya adentrados en la isla fueguina, su capitán Fitz Roy confirmó un descubrimiento comunicado por Master Murray: había divisado una angostura entre la Isla Hoste e Isla Navarino, por lo que luego lo bautizaron como Canal Murray, y al pasaje más ancho lo denominaron Canal Beagle en homenaje al bergantín que los albergaba.

 

Lo que no sabían es que los yaganes, habitantes y navegantes de este canal, en el que vivieron por varios miles de años, lo llamaban en su lengua “Onashaga”, que significa canal de los cazadores.

 

Durante este primer viaje, Fitz Roy junto con Phillip Parker King realizaron un valioso relevamiento cartográfico. Pero además, se llevaron cautivos a cuatro pequeños nativos con destino a Gran Bretaña con la intención de evangelizarlos y educarlos para que en futuros viajes sirvieran como intérpretes.

 

Estos cuatro jóvenes recibieron nuevos nombres “cristianos” en inglés, como Fuegia Basket (canasta fueguina), Jemmy Button (button del inglés botón) York Minster (por asemejarse a un monasterio de Inglaterra) y Boat Memory (recuerdo del bote).

 

Al poco tiempo de arribar a Gran Bretaña, Boat Memory se enfermó de viruela y murió. Los demás pequeños fueron enviados a la escuela y se les enseñaron tareas de carpintería y jardinería, además de adquirir costumbres inglesas, como el idioma, vestimenta y ciertos modales propios de la cultura, los cuales dieron lugar a muy buenos comentarios sobre su capacidad de aprendizaje.

 

Dos años más tarde, Fitz Roy regresó a esta zona. Esta vez, acompañado por el pastor anglicano Richard Matthews, el naturalista Charles Darwin y los tres yaganes, quienes serían devueltos a sus tierras. Tiempo después, los ingleses se dieron cuenta que los nativos se habían reincorporado a su vida anterior, dejando de lado todo lo que habían aprendido de la cultura británica.

 

 

Textos: Tec. en Turismo Marisol Martinez
Revisión: Mag. María Laura Borla
Fotografía: Abel Sberna